El Último Suspiro del Colón Salvadoreño

Por Carlos Quintanilla, miembro de ANUCA

Parte I - Un Poco de Historia
Parte II - El Nacimiento del Colón
Parte III - Los Tiempos Modernos
Parte IV - El Último Suspiro

Los Tiempos Modernos

Las monedas de El Salvador cambiaron nuevamente sus diseños y contenidos a partir de 1915, en ese año las monedas fueron hechas de níquel en las denominaciones de uno, tres y cinco centavos, portando el busto del General Francisco Morazán, similar a la de 1889. En 1921 se introdujo la moneda de 10 centavos bajo los mismos diseños. El busto del General Francisco Morazán se mantuvo en todas las acuñaciones de uno, dos, tres, cinco y diez centavos realizadas durante el siglo XX y en la de 25 centavos en plata de los años 1943 y 1944.


1 Centavo de 1942.
Figura 5. Moneda de 1 Centavo de 1942, diseño que se mantuvo hasta su última acuñación en 1995


Monedas Proof de 1974.
Figura 6. Set de Monedas Proof de 1974, compuesto de las denominaciones de dos, tres y cinco centavos, con los diseños originales de 1915.

En 1953 se introdujo un nuevo diseño en las denominaciones de 25 y 50 centavos, estas muestran la imagen del presbítero José Matías Delgado y el valor en guirnalda al reverso. Acuñadas originalmente en Plata, fueron reeditadas en los años 70’s y 80’s en níquel.


Monedas de 25 y 50 centavos.
Figura 7. Acuñación proof en níquel de 25 centavos 1986 (Izq.) y acuñación regular de 50 centavos 1977 (Der.).

Dentro de este mar de monotonía en el diseño de las monedas, surge en 1925 una emisión conmemorativa que se convertiría en una de las monedas más populares entre los coleccionistas. La emisión conmemorativa de 1925, celebra los cuatrocientos años de la fundación de la Ciudad de San Salvador por Pedro de Alvarado. Fue emitida en las denominación de un colón en plata y veinte colones en oro. Su diseño presenta las efigies de Alvarado y Don Alfonso Quiñonez Molina, Presidente de la República en ese año y al frente el Escudo Nacional tal y como lo conocemos ahora. De acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial, sólo 100 monedas de oro y 2000 en plata fueron acuñadas y distribuidas al Presidente de la República, diplomáticos y otros oficiales del gobierno.


Un Colón de 1925
Figura 8. Emisión conmemorativa de un colón del año 1925

El 28 de junio de 1934, el antiguo Banco Agrícola Comercial se transformó en El Banco Central de Reserva, el cual se convirtió en la única entidad con la autoridad para emitir monedas y billetes en El Salvador. En ese entonces, la emisión de billetes era compartida con El Banco Salvadoreño y el Banco Occidental de El Salvador; aunque dicho privilegio había sido compartido en el pasado con otros bancos que, por diversos problemas económicos, cerraron sus puertas o fueron absorbidos por bancos más solventes. [3]

El diseño de los billetes de El Salvador fue mucho más generoso que el de sus monedas, y la primera familia de billetes de 1934 fue conformada por las denominaciones de uno, dos, cinco, diez, veinticinco y cien colones. Posteriormente en 1976 fue retirada la emisión de billetes de 2 colones y en 1981 la de un colón. En 1980 apareció el billete de cincuenta colones.


Billetes de 1 y 2 Colones.
Figura 9. Primer y último billete de uno y dos colones que circularon en El salvador emitidos por el Banco Central de Reserva.

En 1984, luego de 70 años de ausencia la moneda de un colón resurgió con un nuevo diseño. Acuñada en México, hecha de cupro-níquel, con un diámetro de 28.6 mm y un peso de 9.25 g, esta moneda fue rechazada por la población, ya que resultaba demasiado grande y pesada para cargarla en los bolsillos, por este motivo se llegó a conocer como “Suegra” – Porque nadie las quiere. Esta moneda se acuñó en los años de 1984 y 1985.

Un Colón 1984 y 1985.
Figura 10. Acuñaciones Proof de las monedas de un colón de 1984 y 1985.

La última transformación de las monedas salvadoreñas tuvo lugar entre 1987-1989. En estos años fueron introducidas las nuevas monedas de uno, cinco, diez, veinticinco centavos y un colón. Hechas en su mayoría de acero inoxidable estas monedas mantenían una relación entre tamaño y valor, algo que había sido ignorado en las emisiones anteriores. Así, la moneda más pequeña era la de un centavo y la más grande la de un colón. Estas monedas se acuñaron en casas europeas y canadienses, por ser en general más pequeñas y livianas –la moneda de un colón mide 25 mm y pesa 6.0g -, resultaron más fáciles de manejar y fueron desplazando a las anteriores de níquel más pesadas y de mayor tamaño. Esta familia de monedas fue la predominante en los años noventa y tuvo su última acuñación en el año 1999.

Última familia de monedas.
Figura 11. Set Proof de la última familia de monedas de El Salvador 1987 - 1989

De igual forma, la última familia de billetes sufrió significativos cambios. Con un diseño más moderno, estos billetes circularon en la denominación de cinco, diez, veinticinco, cincuenta, cien y, como novedad, el billete de doscientos colones. Aunque se decía que estos eran de un material más resistente y su principal fortaleza radicaba en la dificultad de su falsificación, estos billetes se deterioraron rápidamente, haciendo necesaria múltiples impresiones, la última a mediados de 1999.

Última familia de billetes.
Figura 12. Muestra de la última familia de billetes de El Salvador.

En el último semestre del año 2000 se anunció la intención del gobierno de legalizar la libre circulación del dólar americano en el país. Esto llevaría a que el dólar podría circular libremente con el colón, y se vendió la idea de que el salvadoreño podía optar a usar dólares o colones en sus transacciones. Incluso se afirmó que se podía ahorrar en dólares y gastar en colones. Pero se omitió un pequeño detalle: la ley establece que ya no se emitirían más monedas o billetes en denominación de colón [4] y que el Banco Central de Reserva ya no era el responsable de la política monetaria del país, ya que todo estaba supeditado a lo que pudiera suceder en Estados Unidos. Además los bancos del sistema financiero estaban obligados a cambiar sus reservas de billetes en colones a reservas en dólares. Es decir, se había sustituido la moneda salvadoreña por la moneda americana.

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[3] El Banco Industrial de Santa Ana, Banco Occidental, Banco de Centroamérica y Londres, Banco Nacional, Banco Internacional de El Salvador y el Banco de Ahuachapan son algunos de los más importantes.

[4] De haber una nueva emisión de monedas o billetes, ésta debe ser por medio de un decreto legislativo que implicaría la contratación de una empresa extranjera para su acuñación o impresión.